viernes, 18 de marzo de 2011

The 'Green' Apple

Ayer, 17 de marzo se celebró San Patrick en Nueva York. Festividad que aquí causa aún más ruido que en la propia Irlanda. Los descendientes de los inmigrantes de ese país ‘dominan’ la ciudad. De 1847 a 1860 llegaron al puerto de Nueva York más de un millón de irlandeses, victimas, desgraciadamente, de la roya, la epidemia que diezmó las cosechas del alimento principal de la población de Irlanda: la patata. Así que ayer la ciudad se volvió completamente verde y más de un millón de neoyorquinos se lanzaron a la quinta avenida para asistir al desfile del San Patricio, santo patrón de Irlanda. Aunque la celebración, en si, de santa, más bien poco, todo sea por beberse unas cuantas pintas.

En Nueva York siempre hay una excusa para celebrar algo, está el desfile del día de la Hispanidad, el de Puerto Rico, el de República Dominicana, la Quinta Luna de los Koreanos... Creo que ésa es la verdadera razón por la que aquí, nadie es de aquí. Todo sea por el popurrí de fiestas y desfiles, trompetas y cornetas.


Los “mitad palestinos mitad colombianos” se reproducen en esta ciudad, aunque el origen palestino, en si, se remonte a un primo de un tío de un bisabuelo por parte de padre. Total, que si no eres exótico, si no vienes de una mezcla, no cuentas. El no ser de NY implica, precisamente, el ser un verdadero neoyorquino.


Ayer, 200.000 personas (presuntamente de origen irlandés, o con un bisabuelo por parte de Dios sabe quién que lo fué) desfilaron en la ‘parade’ de la quinta avenida (los orígenes paupérrimos se han vuelto algo glamourosos). Increíblemente, el hecho de no haber podido comer patatas hace unos 150 años en Irlanda y haber cruzado el océano en busca de algo mejor se ha convertido en todo un orgullo, y bien que hacen.


La gente acudía vestida de verde a las oficinas y colegios (aunque los niños fueran portorriqueños). Gafas, pelucas, peluches, camisetas y todo tipo merchandising posible (qué raro) también se volvieron de ese color. Las galletas de la pastelería de todos los días de repente tenían forma de trébol. Desde primera hora de la mañana todo el mundo ansiaba lo mismo: terminar el día con una buena ración de Guinness.

El desfile, curiosamente, tuvo su toque español y el anuncio de ‘Sidra el Gaitero’ hizo su aparición. Grupos de gallegos y de asturianos con sus trajes tradicionales, sus gaitas y sus banderas formaron parte del desfile irlandés, como muestra de su herencia celta.


El resto de participantes aparecieron perfectamente uniformados en caballos o a pie, marchando y tocando típicos himnos irlandeses. Escuchar esos sonidos entre rascacielos y seguir con su eco hasta casi la oficina fue fantástico, incluso emocionante. Ayer Nueva York sonaba a música celta, sabía a cerveza y hasta el propio Empire State cambió su uniforme por otros colores.


5 comentarios:

  1. qué verde más magdalenero!! me gusta!!

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  2. QUE CHULO! jeje, oyeee crees que el 30 de abril todos iran vestidos de naranja para celebrar con los holandeses el "Dia de la Reina"??? ;)

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  3. Oye pues bien podrian Elvi! que esto fue una vez Nueva Amsterdam!!!
    A Vir.. Magdalena festa plena!

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  4. Es verdad! Pues ya me contarás!!!

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